Adalina, la adalid de Apanid
Al estimular el soplo, mejoramos la respiración, controlamos la voz y fortalecemos la musculatura, e incluso, mejoramos la alimentación, en sus procesos de masticación y deglución.
Soplar ayuda en la concienciación de la respiración y en el desarrollo del lenguaje. Ejercita los músculos que intervienen en el habla, controla la espiración nasal (sonarse) y la oral, previa a la articulación. Nasal porque algunos fonemas (sonidos de las letras) se fonan espirando por la nariz /m, n, ñ/ y oral por el resto de fonemas.
Cuando obtenemos una buena fonación es cuando podemos intervenir en la articulación, es decir, si no hay una buena fonación, nuestra articulación será deficitaria.
El lenguaje precisa de la respiración. Una respiración controlada, ayuda a promocionar el volumen, el tono y el ritmo del habla.
El soplo es una habilidad pre articulatoria para todos, no solamente para aquellos que coinciden con una alteración en el lenguaje.
En actividades como la natación, lo primero que se trabaja es el soplo sobre la superficie del agua, para poder aprender a respirar mientras nadan o bucean.
Soplar
Curiosidad.
Para iniciar el soplo, debemos tener en
consideración una de las actividades
fundamentas del aprendizaje, la imitación.
Como fomentaremos el soplo:
Soplando velas. Conseguiremos
que capacite el control visual con la espiración, colocando la cabeza en la posición adecuada para hacer coincidir el aire con la llama. También desarrollará el control del caudal de espiración, haciendo que la llama no se apague (control voluntario y necesario en la maduración de la articulación)
Silbando.
Tocando instrumentos (silbatos, trompetas, falautas…)
Haciendo pompas de jabón.
Haciendo mover molinillos.
Concienciando la espiración con un espejo bajo la nariz.
Empujando una pelotita por una superficie o una canaleta
...
No nos olvidemos de la importancia de saber sonarse.
Inflando globos. Quizás el culmen del soplo.
Cuando conseguimos inflar un globo, estamos
aumentando la cantidad de aire en nuestros pulmones,
favorecemos la musculatura diafragmática y ampliamos la caja torácica, fortalecemos la musculatura orofacial, mejorando la articulación y reduciendo la sensación de disnea (falta de aire; asociada a bronquiolitis y/o bronquitis aguda)
MUY IMPORTANTE: SIEMPRE SE DEBE TRABAJAR BAJO SUPERVISIÓN DE UN ADULTO (posibles riesgos de atragantamiento)
Curiosidad:
Cuando somos capaces de desplegar un matasuegras por la nariz. obtenemos la presión adecuada en el oído medio, por consiguiente, una audición correcta.