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Colecciones.

Corchos.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de colección?

Sería, más o menos, la acumulación ordenada de algo (objetos) reunidos por su interés o por su valor.

Pero queremos ir más allá y aprovechar la ocasión para saber sobre los procesos mentales o sobre las emociones que nos empujan a crear colecciones.

Siempre que esta afición se cultive de forma controlada, coleccionar objetos es beneficioso desde un punto de vista psicológico, ya que permite desarrollar habilidades y actitudes muy positivas para el individuo, como la constancia, el orden, la paciencia o la memoria, entre otras”.

También se puede intuir cierta connotación pedagógica, en la intención de querer indagar más en el tema o destacar su valor terapéutico y tranquilizador, además del potencial social que reporta al poder compartir dicha afición con otras personas que también aprecien la colección y poder ampliar el círculo de amistades.

Ciertas teorías, indican por un lado, que el coleccionismo nos viene en el ADN por la razón de ser seres recolectores de alimentos, utensilios o prendas de abrigo de alguna manera, cuando éramos cazadores y recolectores; y por otro, lo relacionan  con  la necesidad del cerebro de catalogar y ordenar la información, para darle significado a lo que hacemos y a lo que ocurre en nuestro entorno.

Chapas.

Monedas.

Sellos.

Plumas.

Según el psicólogo Ricard Cayuela, coleccionar resulta beneficioso en muchos sentidos:

  • Porque produce relajación y la satisfacción anímica de conseguir cosas, además de la contemplación de algo que para el coleccionista resulta bello o precioso.

  • Facilita el orden, el deseo de cuidar los objetos y de valorarlos.

  • Se aprende a gestionar la frustración (no se puede lograr todo ya, hay que tener paciencia), y de aumentar la autoestima (en el momento de mostrarla a otras personas).

  • Puede ser el embrión de algunas vocaciones profesionales.

Botones.

Etiquetas.

Ilustraciones.

Postales.

           El filósofo francés, Jean Baudrillard, consiguió definir la afición del                    coleccionismo, como un cierto carácter inacabable en la afición del                           coleccionista y que esa constante búsqueda es una forma de

                mantenerse vivo y de sentirse bien. 

 

          El coleccionismo es motivación, deseo, búsqueda, orden, esfuerzo, dedicación...., y todo esto que se promueve desde la intencionalidad, facilita     esfuerzos superiores por el simple hecho de tenerlo al alcance porque lo                                               estamos asumiendo continuamente.

                                                 Nuestra intención:

                           Colligendis satisfied populi.

                                            Coleccionar personas satisfechas.

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